lunes, 8 de marzo de 2010

primapractica** .El obtuso dichoso

. Nunca creí en divinidades que el humano creó para refugiarse, mientras llegar a ese estado para personas reales no fuese posible, a padre me debo en lo de ser humilde tras un lenguaje grandilocuente. Creo en sensaciones, gestos y detalles, creo en admiraciones, simplicidades, correspondencias, en que me regales ensueño en forma de casualidades, estas llamen a sus primas hermanas las coincidencias y así sin darnos cuenta seamos la magia de una sobria melopea. Creo en perseguir hasta acorralar a cada una de mis dudas, porque quiero la luz y espero mi hora haciéndome fuerte a oscuras. Intento que mi desmedido afán de expresividad tenga un plato de donde comer cada día, en el fondo creo que odio a mi “yo” impetuoso, a el caparazón que protege mi entelequia magra de los depredadores, mirarme en ellos constantemente para ver como NO quiero ser… porque a fin de cuentas un mito no es mas que fango si no sabes de donde sale el agua que necesita tu pozo.

jorgegarde

2 comentarios:

  1. parar el reloj es dar rienda suelta a las admiraciones y que estas sean el pan de cada día.

    ya no necesitaria reloj

    ResponderEliminar