No te compares!
Ninguna ruleta ordenara tus ideales.
Créeme nunca dudé de la materia prima de tus
palabras, ni mucho
menos de la conciencia que las persigue.
Pero te hablo
de la temperatura, de los escalofríos repentinos de una
intención intermitente,
yo se que rey Sol también necesita frio para
dormir satisfecho, pero si tus propósitos
se acatarran es porque se
destemplan, necesitan que tus hechos los arropen.
Donde ellos
ponen techo, tú buscas la trampilla, siempre guardaste tu
derecho a sentirte
especial, esa es la flor que has querido guardar
contigo, la semilla de
bilirrubina, pero aunque admire ver el reflejo de
un Everest en tus ojos, a
veces no sé si asimilas que esas sandalias
esos escalofrios intermitentes me ponen el corazón a saltar y los pelos de los brazos de punta
ResponderEliminarquizá falte constancia, quizá sobren objetivos
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