El rescate del camarada Ente.
Hubo una vez un fuero interno de voluntad....
Dejó su hotel para abrir una casa rural, se divorció de las casualidades al enamorarse de las coincidencias. No valía cualquier agua para esta pecera, aun así de entre todos estos peces, elegimos el mismo ánfora para descansar.
Deja que el deleite te delate, tantea lo latente, remueve hasta que disuelva el chocolate.No se apure, el desliz seguirá siendo su pretendiente
Desde que me acosté amanecí sonriendo, con el sabor de una belleza que no pide permiso.Estos ojos no son solo destellos, hoy brillan como regalos sinceros, que no saben que es un premio.
Me tiraría horas teniendo esos días.
Dejó su hotel para abrir una casa rural, se divorció de las casualidades al enamorarse de las coincidencias. No valía cualquier agua para esta pecera, aun así de entre todos estos peces, elegimos el mismo ánfora para descansar.
Deja que el deleite te delate, tantea lo latente, remueve hasta que disuelva el chocolate.No se apure, el desliz seguirá siendo su pretendiente
Desde que me acosté amanecí sonriendo, con el sabor de una belleza que no pide permiso.Estos ojos no son solo destellos, hoy brillan como regalos sinceros, que no saben que es un premio.
Me tiraría horas teniendo esos días.
Bailas? Le pregunté a la realidad.
Buscaba el suelo que se amolda a sus pisadas, un souvenir sin sello de su karma.
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