domingo, 8 de agosto de 2010

Reglas no escritas. La fábula Atalaya


"Desear que siga existiendo toda la belleza del mundo es una ingenuidad a la que no renunciamos"

  










 Con paso intrépido y la mirada de un pícaro que al natural se desvela risueño,dilató sus intenciones.No les creyó cuando vinieron con su : "Versátil ,es darse de si ", porque uno a uno todos acabaron perdiendo su forma y materia prima.Así que supo interpretar la lectura, su viaje no podía continuar mientras la mochila siguiera pesando mas que el.


Mi querido boreal rompió la pompa y su pluma escribió: " Si me caigo , gritare Da capo." Y es que el era un pequeño, cazador de sensaciones ,traductor de silencios, todo era porque quería abrir de par en par el baúl de sus complejos.


En un universo de detalles, embotelló principios para que cogieran cuerpo ya que el resto solo escucho las terminaciones, de ahí que nadie sepa como es pero todos pronuncien su nombre.


El se decía : " Criatura, ¿como querrás paliar tu naturaleza ? Terapia de maneras, por bella, corrió el riesgo de que su visión se convirtiera en imaginario y como un funambulista penduleando entre sus plenitudes, sintió que eran como barcos que se cruzan por la noche, subsanando su porvenir.


Pero toda esta búsqueda quiso no ser condena por inadquirida y a la mañana siguiente encargo que llegara a sus manos el periódico con el siguiente titular : " Los buenos han dejado de luchar contra el mal " . En ese momento,desató sus cordones, se quitó los zapatos y continuó el camino descalzo. Quiso dejar de ser un boceto y arañó la corteza, hasta la raíz. .

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