miércoles, 6 de octubre de 2010

El primer chino era japonés



Perdón, pero hoy no pido permiso.
En aduana sin deudas, con los dilemas de cambiar de muda.
Interrogante como el cuello de un cisne desde mi origen,
dije a ese hielo de limón, que mas cerca que el confort esta el suelo.



El postre lo hace tu paladar no tu apetito.
La juventud es una seducción,
todo el sabor en la infusión de este tango.

Tan libre como para hacerte sentir el peligro.

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