Dejó de importarle la importancia de uno mismo.
Aquel muchacho empezó por recoger cascaras,cazar despistes.
Cambió las cadenas de su columpio por cordeles y flores.
Quería hacer las paces con su fé,
y que la pasión volviera con sus inseparables viejos amigos de inspiración;
el coraje romántico y su maravilloso estremecimiento.
Aquel muchacho empezó por recoger cascaras, cazar despites.
Una vez libre , levantó a ese hombre que hoy elige.
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